sábado, 21 de marzo de 2009

Avro Lincoln B-019: Misión sin retorno (1era Parte)

1. En el fiordo Parry, en Chile, descubrieron restos de la aeronave argentina en la que viajaban 11 tripulantes (Foto diario La Nación)

2. Un turista posa junto a una de las ruedas del Avro (Foto: Diario Clarín)

Carlos Vergara Corresponsal en Chile (Diario La Nación)
SANTIAGO, Chile.- La Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile (DGAC) confirmó ayer a LA NACION que partes del avión y restos óseos de sus tripulantes fueron hallados por turistas en el fiordo Parry, en la parte chilena de Tierra del Fuego. Estos corresponden a un bombardero cuatrimotor Avro Lincoln MK II, matrícula BO-019, perteneciente a la Fuerza Aérea Argentina, desaparecido el 22 de marzo de 1950, con sus 11 tripulantes, mientras intentaba completar el trayecto de Río Gallegos a Ushuaia.
Ya en 1983, montañistas de la Universidad de Magallanes de Chile avistaron pocos restos del avión cerca del ventisquero Cuevas, en plena cordillera de Darwin, a unos 200 km de su destino final, pero sin lograr conocer otros detalles del aparato.
No sería sino hasta 59 años después del vuelo original, cuando el movimiento natural del ventisquero dejó al descubierto diversas partes del avión militar argentino, tales como una hélice y una rueda, que una expedición turística, encabezada por el chileno Rodrigo Fuentes Milostich, dio cuenta de ese avistamiento como también de restos humanos.
Los propios expedicionarios, junto con la Fiscalía de Aviación de Punta Arenas, reconstruyeron el misterio: el avión era un Avro Lincoln MK II que la Royal Air Force británica utilizó en la Segunda Guerra Mundial y que luego fue adquiridio por la Argentina en 1950. Por aquellos años, el comandante de la aeronave era el capitán Bautista Faustino Mendioroz.
Historiadores locales y la propia Dirección General de Aeronáutica investigan ahora las circunstancias del accidente, para lo cual enviarán un equipo a la zona a indagar en antecedentes que puedan aportar novedades al caso, cerrado en 1983. De acuerdo con Rodrigo Fuentes, las partes del avión están disgregadas en una extensión de unos 300 metros.
El historiador de la Academia de Guerra de la Fuerza Aérea de Chile, Iván Siminic, relató a la prensa local que el Avro Lincoln MK II despegó el 22 de mayo de 1950 desde Río Gallegos junto a dos bombarderos, en un vuelo de entrenamiento. Unos kilómetros más adelante, el mal tiempo y las bajas temperaturas escarcharon sus fuselajes y obligaron a los aviones a regresar a Río Gallegos. El BO-019 no pudo completar la maniobra y se estrelló contra el glaciar.
El jefe de la Fuerza Aérea de Chile, general del aire Ricardo Ortega Perrier, comunicó ayer la noticia a su par argentino, brigadier general Normando Costantino, quien está de visita en esta capital. Además, le dijo que se realizarán las tareas de identificación de los restos óseos para su posterior repatriación.




Próximamente, ampliaré con más información sobre éste caso (W.M.B.)

No hay comentarios: