6. Los restos del Meteor son subidos a un camión de Aeronáutica. La mayoría de las victimas eran niños.
7. El chalet en dónde impacto el caza. Observar el orificio.
8. En busca de sobrevivientes
Otra de las historias que me relataba mi abuelo Antonio, tenía que ver con un tristemente famoso accidente de un Gloster Meteor en la localidad de Castelar, zona oeste del conurbano bonaerense.
Èl me contaba que estuvo a cargo, como Suboficial especialista en armamento, de recolectar las municiones desparramadas por el trágico caza en su fatal carrera por las calles de dicha ciudad.
Pués, para los relatos de aquèl fatídico día, he decidido narralos en forma de historia, con nombres reales pero haciendo uso de la imaginación.
Cuándo se conversa con algún habitante de ésta zona, mayor de 60 años, generalmente todos tienen una historia o anécdota que contar de los famosos Gloster, pero hay una en especial que es relatada con profunda tristeza, y que es evocada como El DIA DEL GLOSTER
El 10 de marzo de 1958, Castelar amaneció con su movimiento acostumbrado para ésta localidad de la zona oeste del gran Buenos Aires. Su bucólica calma era rota por el pasar del Ferrocarril Sarmiento, trasladando su carga humana hacia la gran urbe, actividades típicas para una ciudad en franco crecimiento. Pegada a la Ciudad de Morón, Castelar era estremecida cada día por los famosos aviones a chorro Gloster, situados en la cercana VII Brigada Aérea. Era común verlos hacer maniobras acrobáticas, esas mismas maniobras que habían dejados atónitos a los famosos THUNDERBIRDS, durante la Semana Aeronáutica de 1957 desarrollada en el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires. Los pilotos americanos, con sus modernos SABRES F-100, realizaron sus rutinas acrobáticas, pero los pilotos argentinos, en sus yá veteranos Meteors imitaron las maniobras, provocando el asombro del público y lograron que los americanos los tildaran de DEFINITIVAMENTE LOCOS.
La pesadez del clima se hacia sentir, el verano se estaba despidiendo y los días se acortaban de a poco. Los chicos iniciaban su ciclo lectivo, y orgullosos, peinados con gomina y los delantales blancos, iban en busca de su porvenir
En el pequeño centro comercial recostado sobre la estación, Don Pepe, el Gallego de la panadería despachaba pan y comentaba con su clientela los recientes resultados de las elecciones desarrolladas en febrero, de las cuales salió victorioso el Dr. Arturo Frondizi, quién, con los votos de los Peronistas sacó ventaja sobre Ricardo Balbín.
En la zona sur de Castelar, lindante con la Av. Zeballos y a pocas cuadras de la VII Brigada Aérea de Morón, en la calle Libertador, Doña Teófila, Polaca de nacimiento, cumplia con su rol de ama de casa, limpiando su chalecito, de contrucción típica en esos años.
Rodolfo, de 13 años, cumpliría al mediodía con su tarea de ir a buscar a su hermano a la Escuela Nª 1, sita a pocos metros de la casa de Doña Teófila, en la calle Maison 531.
Cómo todo pibe de esa edad, Rodolfo se nutría de las revistas de deportes...por ellas se enteraba de las hazañas de Fangio,del campeonato de River el año anterior y también, alzaba sus ojos hacia el cielo cuándo escuchaba a los aviones a chorro pasar bajo rozando los árboles, o haciendo acrobacias....para él, los hombres que tripulaban esos aviones eran los Fangios del aire!!
En la cercana VII Brigada Aérea, la más poderosa de la Fuerza Aérea Argentina por entónces, el jóven Teniente César Piñón desayunaba en el Casino de Oficiales.Recién ascendido, recordaba junto a sus camaradas la carrera aérea del año anterior de la cuál fué vencedor, mientras que sus ocasionales escuchas le despachaban bromas acerca del costo de dicha hazaña: El Meteor I-061 resultó destruido al aterrizar en Aeroparque, yá que siguió de largo y terminó al final de la citada pista.
Oriundo de la Provincia de Entre Ríos, Cèsar adoraba sentir el vértigo, la adrenalina que lo hacia sentir vivo, incluso superior al resto de los mortales....o se corría en auto,o se volaba un avión a reacción, y como Rodolfo, èl también idolatraba al chueco de Balcarce, que, vaya paradoja, iniciaba sú última temporada en la máxima categoria del automovilismo mundial.
Vestido con su ropa de vuelo, se presentó en el Grupo Aéreo, asiento del Grupo 3 de Caza Interceptora. Formación y presentación al Jefe de Grupo, las recomendaciones de seguridad y, cómo siempre había un sobresalto o crisis política, estar en alerta para el despegue inmediato; el año 55 estaba muy fresco y había dejado sus secuelas.
Mientras comentaba con un Oficial las ventajas del nuevo casco de plástico, y la falta de un asiento eyectable en los Meteors, César Piñón esperaba turno para montar a su bólido plateado...no era Fangio, pero iba más rápido y por el cielo.
De pronto llega un pedido de piloto desde el Grupo Técnico 7: se solicita un vuelo de comprobación o mantenimiento del Meteor I-087.
Se dirije a la escalera que dá a la plataforma, plagada de cazas, en el camino, un compañero de promoción le grita: Che Piñón !! te enteraste? hay una comisión a USA...parece que van a comprar SABRES !!......asienta con la cabeza y llega a la línea de vuelo: los Suboficiales especialistas tienen alistado SU avión.... inspección pre-vuelo, ajusta su paracaídas y trepa a la estrecha cabina, El Suboficial sube al costado, y al estilo automovilismo, colabora con el piloto ajustando el correaje.
Antes de cerrar la pequeña carlinga, el Suboficial le dice casi a los gritos: ¡ Tráigamelo sano!..Piñón lo mira y le responde :Seguro!!...pero le juego una apuesta: despego y me mando un invertido!!
Rugen las Derwent....calzas afuera y el jòven Teniente montado en su bólido carretea raudo hacia la cabecera de Merlo Gómez......son las 11:20 de la mañana.
A casi 10 cuadras de allí, Rodolfo se despide de su madre, toma su bicicleta estilo inglesa, y parte en busca de su hermano a la Escuela Nro 1...le gusta llegar temprano y mientras lo espera, conversar con Samuel, dos años mayor y que estaría esperando a su hermana.
Doña Teófila sigue con sus tareas domésticas...se asoma por la ventana y ve pasar a Armida, otra vecina del barrio y le hace un saludo, ésta le responde y sigue su camino con su bolsa de mandados.
Dentro de la Escuela, los niños ansiosos esperan el timbre de salida.....
Cèsar Piñón de memoria, repasa los items de la lista Control de Procedimientos, suelta los frenos....al final de la pista se ven diminutas las casas dónde la vida transcurre como siempre....el caza gana sustentación y se eleva sobre la larga cinta de asfalto...el cuerpo del piloto se aplasta contra el asiento, la respiración se hace más agitada...las fuerzas G se empiezan a sentir.....¡el ocho siete en el aire, despegado sin novedad!....sus últimas palabras...Recibido ocho siete!! Morón Torre
La conciencia tiene voz, pero para el piloto de caza el instinto es el copiloto invisible...el Teniente siente que es momento de la arriesgada maniobra....bastón de mando contra su muslo, le imprime fuerza, así lo requería el Gloster, y de pronto...una explosión en uno de los motores...pierde rápidamente altura...visión negra...todo se vuelve confuso.....su vida pasa en un segundo....su infancia en Entre Ríos...su primer vuelo solo en la Escuela de Aviación....el pájaro de acero está herido de muerte....
Rodolfo escucha, montado en su bicicleta, una explosión similar a un trueno....levanta su cabeza y mira al cielo en busca de esos aviones a chorro que le eran tan familiares.....
Doña Teófila preciente algo malo....un silbido...explosiones en el aire....y de pronto algo golpea su casa..no alcanza a reaccionar.....el destino quiso que el jóven cazador plegara sus alas junto a ella...
Pero el bólido, lejos de detenerse, y como queriendo demostrar para que fué concebido, sigue su descontrolada carrera sembrando muerte y destrucción a su paso......diez almas siguen el camino de César Piñón, involuntariamente.
Frente a una Escuela, una bicicleta yace junto a un pedazo de metal retorcido y humeante...se puede ver chamuscada una escarapela argentina... todo un símbolo.
César y Rodolfo, dos jóvenes que no se conocían...o sí, encontaron su destino en una calle de Castelar.
Cincuenta años después, dos ancianos observan con tristeza la placa que recuerda ese trágico hecho....el día del Gloster vuelve a sus memorias.
Walter Marcelo Bentancor
MUERTOS
El número de muertos no pudo establecerse con precisión, por la existencia de desaparecidos. Con probabilidad, superaron los 10 fallecidos. Los medios de prensa citaron a los siguientes vecinos:
Un obrero, que efectuaba reparaciones bajo un poste de luz, en la intersección de las calles Maison y Libertador San Martín. Fue el primero en morir, al chocar el avión con el poste.
Teófila de Abramson, polaca, de 59 años, casada. Murió aplastada al embestir el avión su vivienda, situada en Libertador 789.
Leonor Camila Minolletti, argentina, de 13 años, domiciliada en Rosasco 2182.
Miguel A. Ibáñez, de 1 años y 6 meses. Minolletti e Ibáñez murieron juntos, al ser embestidos en la calle Maison por el avión. La primera llevaba en sus brazos al niño, y regresaban a casa tras hacer un mandado.
Rodolfo Augusto Ferreira, argentino, de 13 años, domiciliado en Almafuerte 2525. Aguardaba junto a su bicicleta, frente a la escuela nº 1, sita en Maison 531, a que saliese un hermano suyo.
Samuel Alberto Rott, argentino, de 15 años, domiciliado en Becquer 2207. Esperada en el mismo lugar la salida de una hermana. Muerto por restos de un poste, arrojado por el avión.
Armida Zunino de Tibone, argentina, de 60 años, casada. Domiciliada en Libertador 786. Alcanzada por los restos, cuando caminaba por la calle.
Haydeé Mandarini de Murias.
Teófila Fritz.
Los muertos fueron sepultados en los cementerios de la Chacarita, de Capital federal, San Martín, de La Tablada, La Matanza, y de Morón. El Ministerio de Aeronáutica se hizo cargo de los gastos de velatorios y sepelios.
Por su parte, los restos del piloto Piñón fueron llevados a la provincia de Entre Ríos, para su entierro.
HERIDOS
Carlos Alberto Borzani, de 15 años, domiciliado en Zeballos 2523, que pasaba ocasionalmente por la calle Maison. Sufrió quemaduras en la cara y extremidades.
María Luisa Mercado, de 15 años. Se encontraba en la terraza de la finca al ocurrir el accidente. Tuvo fractura de la pierna izquierda. Trabajaba como doméstica.
Julia Elena Olivella, de 7 años, domiciliada también en Maison 582. Se hallaba jugando en la acera de su casa. El avión le destrozó la pierna derecha, que le fue amputada a la altura de la rodilla.
Alberto Julián Izcué, de 12 años, con domicilio en la calle Villa de Luján 267, de Castelar. Tuvo quemaduras de segundo grado en el cuerpo.
FUENTES:
La Prensa - 19 de marzo de 1958.
La Nación - 17de julio de 1956, “choque de dos aviones en Ituzaingó”; 18 de julio de 1956, “ocho víctimas de los Glosters”.
La Nación - 11 de marzo de 1958, “con trágica velocidad cayó un avión en Castelar”; Clarín - 11 de marzo de 1958, “perdieron la vida diez personas en un accidente aéreo ocurrido en Castelar”; Noticias gráficas - 10 de marzo de 1958, “dejó un tendal de víctimas al intentar un aterrizaje forzoso”; La Razón, 10 de marzo de 1958, “cayó un avión a chorro en una calle de Castelar: rodó cinco cuadras y mató a diez personas. Muchos heridos graves”.
Ibidem; Noticias gráficas, 10 de marzo de 1958.
La Nación y La Prensa, 13 de marzo de 1958. Voceros de la FAA, como la “Revista Nacional de Aeronáutica”, no publicaron artículos sobre éste y otros accidentes aéreos de aviones militares. Esto fue hecho notar en una carta de lectores, “accidentes silenciados”, de mayo de 1958. La respuesta de la Revista consistió en un reproche a los medios de prensa, por su dispar tratamiento de accidentes militares y civiles.
La Nación, 14 y 17 de marzo de 1958; La Prensa, 13, 14 y 17 de marzo de 1958; La Razón, 16 de marzo de 1958, “La población de Castelar vivió esta mañana instantes de hondo dramatismo: fue honrada la memoria de las víctimas del trágico accidente de aviación”.
La Nación - 10 de noviembre de 1958, “el aeródromo sito en Morón”
La Voz de Castelar, marzo de 1962; septiembre de 1962, “peligra nuevamente Castelar”; octubre de 1962.
Agradecimientos: Leandro Fernández Vivas, José Luis Gallego, Carlos G. Maldonado y Dr. Atilio Marino